Goldberg y la parte contratante de la primera parte

Coincidirá mi amigo lector en lo complicado de la parla de la abogacía. Yo, sin ir más lejos, hube de visitar unos meses ha, uno de los despachos del gremio con el fin de realizar una sencilla operación, o, al menos eso es lo que yo creía.

Ufano, seguro de mí mismo tras haber repasado el día anterior mi petición, franqueé la puerta del letrado. Buenos días, señor abogado. Buenos días. El resultado no pudo ser más desolador. Media hora más tarde, sin haber entendido ni papa de la charla abandoné el cuartito. Había ido seguro de mi negocio y treinta minutos después, sudando, salía por la puerta preguntándome incluso que es lo qué me había llevado hasta allí. ¡Lío total!

Si bien, el común de los mortales solemos acusar a los abogados de complejidad en el discurso no es menos cierto que, lamentablemente, esto nos pasa en multitud de ámbitos de la vida cotidiana. Términos especializados, complicadas perífrasis, requiebros en la expresión por no hablar de la desazón en muchas ocasiones por adaptar el lenguaje a nuestro interlocutor acaban por configurar el desaguisado. El lenguaje, herramienta clave en el desarrollo de la humanidad, acaba por cumplir la función contraria para la que fue diseñado; perdernos, frustrarnos y desear, nunca más en la vida, visitar determinados despachos…como el de nuestro amigo abogado.

Goldberg, siempre atento a las complejidades innecesarias, nos recomienda ante todo sencillez, frases cortas y adaptadas a nuestro interlocutor, términos de dominio común. Cuanto mejor y más efectivas serían muchas cosas de llevar estos sencillos consejos a la práctica, ¿o no es verdad?

Os invitamos, pues, a ver este divertido video en el que los Hermanos Marx ponen de manifiesto la necesidad de corregir esta situación. Esperamos que os riáis mucho y, sobre todo, que salgáis un poco más sensibilizados de la importancia de no hacer de nuestro lenguaje otra complicada máquina de Goldberg.

Moda-Español Español-Moda

Como cada noche, fiel a tus rutinas, decides invertir 15 minutos diarios a Instagram para revisar tu cuenta. Las capitales de la moda de todo el mundo celebran este mes las pasarelas en las que conoceremos las tendencias del próximo Otoño-Invierno. Periodistas de moda, actrices, modelos… y bloggers muchas bloggers, acaparan los flashes de los fotógrafos y las posiciones principales en el front-row. Y aquí empiezan las palabras técnicas con las que el común de los mortales nos perdemos. Hace años, los términos fashionistas eran menos, pero con la proliferación de las redes sociales y los numerosos blogs surgidos en el sector, los tecnicismos no han hecho más que crecer. Por ello, y sabiendo que Goldberg estaría encantado de ver cómo las personalidades del mundo de la moda se complican la vida, aquí va un diccionario moda-español, español–moda para que la gente “común” no se pierda detalle de las próximas tendencias, una máquina de Goldberg de lo más fashion:

Moda

Ootd (Outfit of the day): Nuestro favorito. Cuánto daño ha hecho Twitter y sus 140 caracteres. Ahora hacemos siglas hasta de lo más rocambolesco. Volviendo al concepto, has abierto el armario, has mirado el tiempo y te has enfundado la ropa que te acompañará todo el día, pues eso que te has “plantado” encima, eso es el ootd.

Vintage: También nos ha dado por modernizar lo menos actual y lo viejo, que pasan a ser vintage. Ahora todo es vintage, el vestido de boda de tu madre, el bolso de cuando tu abuela era joven,el jersey de lana de tu abuelo, la bandeja de café de la amiga de tu abuela y, en definitiva, todo aquello que puedas encontrar en un desván entre cantidades ingentes de polvo.

It girls: Todas esas chicas de las que os hablábamos previamente: actrices, modelos, bloggers, etc. Las dueñas de esos armarios y estilos de vida por los que todo el mundo mataría.

Fitting: Viene del verbo “to fit”, que significa “quedar bien”. Como sabéis, el mundo de la moda muchas veces pretende dar una imagen de espontaneidad. Pero no nos dejemos engañar, todo está controlado. Por eso, días u horas antes del desfile, los modelos se prueban las prendas que nos mostrarán sobre la pasarela, para que se familiaricen con ellas y les hagan los arreglos pertinentes y, así, estén en perfecta armonía en el show.

In: Estar a la última. Y no hay nada que esté más a la última que utilizar las palabras de este diccionario ;-).

New in: No confundir con el concepto anterior. No es lo último que está a la última. Aunque podría serlo. En este caso, nos referimos a las últimas adquisiciones que has hecho, bien sea en ropa, cosmética, complementos o decoración.

LBD (Little Black Dress): Un vestidin negro de toda la vida. Un fondo de armario que cualquier amante de la moda debería tener, ese vestido que te pones año tras año y no te cansas, pero si le llamas LBD parece más fashion, parece incluso de Chanel.

Hipster: camisas de cuadros, barbas, bigotes, sombreros, prendas de pana, la última tecnología, la música folk, las bicicletas, etc. Todo junto y con un claro parecido a tu padre en las fotos que has visto de hace años, eso es hipster.

Y así podríamos estar horas y horas, tratando de explicar todas y cada una de las creaciones del selecto club de los que pertenecen (y controlan) al mundo de la moda. Pero se nos hace tarde y mañana todos trabajamos, sin tener maquilladores y peluqueros profesionales, un chofer en la puerta de casa o ropa de avance de temporada colgada de nuestro “vestidor”. Por eso, dentro de siete horas te sonará el despertador para poder llegar a tiempo a trabajar. Sin complicaciones, ni foto de tu cafe takeaway de Starbucks, de tu ootd o de tu última compra o new in. Y viendo la velocidad a la que estos términos se extienden, quién sabe si pronto escucharás a tu abuela diciendo que tiene un new in que es un blazer jacquard que se ha comprado en una tienda vintage en la que tienen muchas cosas in, al más puro estilo máquina de Goldberg.

» Un juguete, una ilusión»

Hace unos días que en la Máquina de Goldberg hemos descubierto este anuncio, y tenemos que decir que…¡¡¡¡Nos encantaaa!!!! No es un producto nuevo ya que hace tiempo que vemos el Bolígrafo solidario en las tiendas, pero sobre todo en estas fechas, Radio Nacional de España junto con la Fundación Crecer Jugando nos recuerdan lo fácil que puede resultar ser solidario con los que menos tienen. Con esta divertida máquina de Goldberg, vemos como con un simple gesto en estas Navidades, muchos niños con fuertes problemas económicos cumplirán su ilusión de tener un juguete, así como contribuiremos a fomentar su desarrollo y crecimiento pedagógico. Desde que comenzó esta bonita campaña se han repartido más de tres millones y medio de juguetes en 20 países y se ha conseguido equipar 1600 ludotecas, espacios donde los niños aprenden a jugar con sus compañeros.

¡¡¡Tenemos que conseguir que estas cifras sigan creciendo !!!

¡¡¡¡Comencemos entre todos esta gran Máquina de Goldberg de la solidaridad y hagamos que los juguetes lleguen a los todos los hogares de los que más lo necesitan.!!!!!